Tian López

Maricel Alvarez y el cuerpo samurai en escena

La argentina Maricel Álvarez fue una de las invitadas a la Fiesta Escénica que se desarrolló en el Teatro Nacional Sucre. Álvarez actuó y enseñó en su visita a Ecuador.

Álvarez es una viajera. Su cuerpo piensa con el escenario como idea.

La artista multidisciplinaria hace base en Argentina, pero su trabajo la ha llevado por varios lugares. Desde la aventura del cine en las grandes ligas, como ser una de las protagonistas de Biutiful, del director Alejandro González Iñárritu, a embarcarse en el proceso de la dramatuturga española María Velasco con la obra  Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos.

Maricel Álvarez protagoniza la obra Vendrán los Alienígenas y tendrán tus ojos. La obra escrita por María Velasco se presentó en la Fiesta Escénica 2025, en el Teatro Nacional Sucre.

Esta última obra la trajo a la Fiesta Escénica de Quito 2025. Se trata de una pieza muy cercana a un monólogo, a pesar de que comparte escena con un compañero, pero en ella recorre un texto complejo en el que su cuerpo se expone al máximo.

«Creo en un cuerpo samurai en la escena, luego se ven las formas de recuperarlo», contó la actriz en una entrevista con la Fundación Teatro Nacional Sucre.

Maricel Álvarez protagoniza la obra Vendrán los Alienígenas y tendrán tus ojos. La obra escrita por María Velasco se presentó en la Fiesta Escénica 2025, en el Teatro Nacional Sucre.

Álvarez, quien tiene una larga trayectoria en el teatro, el cine y la docencia, comprende, además, el poder del arte en el contexto político. En otro de sus proyectos dentro del FIEQ 2025, participó como facilitadora en la residencia ‘¡Escucha ángel medio muerto soy semejante a ti!’, junto a Emilio García Wehbi, que tuvo una muestra de dos días en el Teatro México, el 28 y 29 de junio.

  • Periodista con más de siete años de experiencia en el sector cultural y enfocado en la música alternativa del Ecuador. Escucho a Charly García cuando no me encuentro. Actualmente escribo para la Fundación Teatro Nacional Sucre y, cuando no, dejo palabras en las paredes del internet.