Fiebre de carnaval es un libro poético y fonético, crudo, desolador y conmovedor, tan real como irreal. Al terminar de leer esta novela solo quise abrazar a Ainhoa, que es el espejo de tantas niñas ecuatorianas.
MARÍA JOSÉ NOBOA
“En el octavo cajón están mis libros y mis diarios, unos cuadernillos rosados que mi mami Checho me da para que pueda escribirle lo que no me sale...