Esta es una reseña-reflexión sobre las relaciones de amistad y propias a partir de la serie Insecure, de HBO MAX.
Tuve una amiga a la que quise muchísimo. Tuve una amiga con la que conecté más que con cualquier otra persona en mucho, muuucho, tiempo. Tenía 18 años, esa edad en la que crees ser quien te dice un test de aptitud, pero en realidad recién estás empezando a descubrir quién eres. Ella estuvo allí conmigo.
La conocí en la universidad, igual que Issa conoció a Molly en Insecure, una serie de HBO MAX.
En televisión desde 2016, Insecure sigue la vida diaria de Issa Dee, una chica negra en sus 20 que vive en Los Ángeles junto a su novio, Lawrence —otro personaje que amo—, con quien ha caído en la (aterradora) rutina. Y allí siempre está Molly Carter, una abogada que enfrenta la falta de diversidad de raza en el bufete de abogados donde trabaja y las exigencias del dating moderno. Ellas se denominan mejores amigas.
Durante cinco temporadas disfrutamos de estos personajes crecer, enredarse con las exigencias del mundo laboral, tomar buenas (y pésimas) decisiones y figuring out cómo mismo funciona la aventura de la vida. Una comedia con un toque de drama. Y siempre, siempre, celebrando su raza.: una intención que estaba clara desde el inicio para la productora y creadora de la serie, la actriz y escritora estadounidense Issa Rae.
Issa y Molly se cuentan todo. Los tropiezos amorosos, las quejas del trabajo, lo que tienen en la cabeza, lo que sienten en el corazón y lo que piden sus vaginas. Son casi almas gemelas.
Pero también llevan una amistad imperfecta, como la que yo tenía con mi amiga. Lo ves desde el piloto: en el capítulo, Issa le dice a Molly que tiene una broken pussy (vágina rota) por sus constantes decepciones amorosas (incluso escribe un rap al respecto). Molly se resiente, la putea… y luego Issa le pide perdón con una funda de snacks. Luego de una buena virada de ojos, Molly la perdona y la invita a pasar. Esta es una de las tantas discusiones que vamos a ver de las dos.
Es una de las pocas amistades de televisión que se acerca a la realidad. A las relaciones largas y poderosas que comparten risas y se abren mutuamente, pero que no por eso están libres de peleas o siempre se soportan (a diferencia de lo que vi en The Bold Type, aunque es una serie que también disfruté).
*SPOILER ALERT*
Al llegar a la cuarta temporada, donde vemos la amistad de Issa y Molly casi llegando a un final, pienso: esta serie me entiende porque eso me pasó a mí.
Mi amiga de la universidad fue quizás mi mayor broken heart de los recientes años, especialmente, por lo silenciosa que fue nuestra separación. Y aún me duele un poco. Son contadas las personas que me entendían como ella y creo que no luché lo suficiente por salvar nuestra amistad. Me gustaría pensar que es una simple temporada de nuestras vidas, que se ha extendido por más de dos años.
Insecure me recordó que está bien tener relaciones imperfectas y que está bien equivocarse, pedir perdón, alejarse, y equivocarse de nuevo. Me enseñó que está bien aferrarse a ciertas personas, dejar ir las que hacen daño y dar segundas oportunidades a quién nos ha lastimado.
Me recordó quizás la persona que más quieres, también te decepciona, y al revés: puedes fallarle a esa persona que es tu ride or die.
La serie captura de manera transparente cómo llevamos las relaciones humanas y nos confirma que estas son una mierda. Y estamos metidos en esa mierda con la gente que vale la pena vivirla.
La verdadera historia de amor de la serie es la de Issa y Molly, una relación fuerte y a la vez frágil. Ellas terminan enfrentando sus experiencias y adversidades juntas, amándose u odiándose. En un evento que organiza Issa para acercar a la comunidad negra de su ciudad, Molly asiste y escoge ese escenario para pelear con Issa delante de todas, con gritos incluidos y una casi pelea física. No he estado en una situación así, pero alguna vez intercambié palabras hirientes con mi amiga solo por tener la razón de mi lado.
Fue todo lo contrario a lo que alguna vez hablé sobre The Bold Type, en la que parece ser fácil ser una amiga indispensable.
La serie te recuerda que las amistades también tienen límites, y que además de amor, se necesita comunicación y honestidad para que esa amistad perdure.
Otra relación de la que me hizo pensar bastante fue la que tengo conmigo, quizás mi relación más íntima, más importante y la que más me cuesta mantener de pie.
Me identifico con Issa porque es una mujer que CUESTIONA si está viviendo correctamente sus relaciones interpersonales, que se demora en tomar decisiones, que toma riesgos aunque teme, duda y se achaca en el espejo solita. Y quizás, a poco de achacarse, se felicita o se lanza un beso al espejo (aunque Issa lo hace con un rap, lo más divertido de la serie).
Insecure, desde su nombre, refleja lo FRÁGIL que es el amor propio. ¿O acaso los mil fondos que dicen do what makes you happy instantáneamente los hace sentir mejor? Ni cagando. Son bonitos, me hacen sonreír, pero me demoro muchísimo en felicitarme, reconocerme… pero el camino es hermoso.
Insecure me hizo sentir bien de ser insegura sobre lo que me rodea, mis amistades y mis propias decisiones.
Me enseñó que las relaciones son complejas porque somos seres humanos, igual de complejos. Como mujeres, batallamos con inseguridades a diario, buscando maneras de recordarnos que somos suficientes y nos vemos bien (batalla que sigo llevando). Y que a diario nos juntamos con personas que tienen su propia relación, sus propias inseguridades… pero las cuáles estarán dispuestas a acompañarnos a aprender a vivir con ellas.
Después de terminar toda la serie, siento esperanza de retomar esa amistad que pensé perdida… porque fui muy inmadura cuando no peleé por ella. He crecido, y sigo trabajando en mí, y aceptando poco a poco mis inseguridades, y llevándome mejor con lo que veo en el espejo. Estoy segura de que mi amiga también, y si no… estoy dispuesta a acompañarla.
Está de más decir que recomiendo la serie.